No juzgues... | Diálogo con un hermano "nunca-juzgo"
—¡Oye! ¡No juzgues!
—¿Quién, yo?
—Sí, tú.
—¿Por qué lo dices?
—Pues acabas de juzgar a una persona.
—¿Cómo dices?
—¿No sabes que es malo juzgar? No debes juzgar, estas equivocado al hacerlo. Cometes un error al decir que otros podrían estar mal, ¿cómo puedes estar seguro de ello? Y además, estás demostrando que no tienes amor por tu prójimo, ¡qué mal que hables así!
—Entonces, ¿debo abstenerme de hablar del error aunque sea la Biblia la que lo señale?
—¡Claro que sí! Ya te dije: no juzgues.
—¿Así como tú?
—Así, justamente.
—¿Te pido un favor?
—Por supuesto, dime.
—No me juzgues.
"Miren más allá de la superficie, para poder juzgar correctamente"
—Jesús, como se lee en Juan 7:24 (NTV, énfasis añadido).
Para el asunto de juzgar, ver la paja en el ojo y estos asuntos, te recomiendo leer este artículo: "Quitando la paja y la viga"
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