Ahora que te conviertas en celebridad
Mi hermano, cuando la fama te empiece a llegar por tus predicaciones, artículos, comentarios, estudios, podcasts, imágenes o lo que sea que hagas y publiques, ya sea en Facebook, Instagram, YouTube o cualquier otro medio o red social, ten cuidado de no perder el piso. Harás bien en recordar lo que citara el Rev. Andrew Murray en su libro "Humildad: La belleza de la santidad": “¡Qué grande es Dios! ¡Qué pequeño soy yo! Perdido, tragado en la inmensidad del Amor. Ahí solo Dios, no yo”. Que Dios nos enseñe a creer que ser humilde, no ser nada en Su presencia, es el logro más elevado y la bendición más completa de la vida cristiana. Él nos dice: “Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu”. ¡Que esa sea nuestra porción! “Más vacío, más humilde, Más miserable, desapercibido y desconocido, Y ser para Dios un recipiente más santo, ¡Lleno de Cristo y solo de Cristo!” Si eres un seguidor de Jesús, un