Una Reflexión Post-electoral, previa a las Elecciones | El voto del devoto (7)
Publicado originalmente el 29 de junio de 2012
- Cada uno de ellos tiene su historia –en mexicano diríamos, "tienen cola que les pisen"– igual que sus partidos, ¡no os hagáis! (para sonar bíblico)
- Ningún hombre o mujer, es la verdadera esperanza para un país; la verdadera esperanza está en Dios, está en Cristo Jesús. (Además, ninguno de ellos es cristiano, hasta donde todos sabemos, ninguno).
miembros del mismo cuerpo. Cuando después de los comicios se anuncie al ganador, por favor, tú como cristiano que eres –no nos hagas pensar lo contrario–, no vayas a empezar con insensateces –para sonar como Pablo hablando a los Gálatas– como andar publicando burlas a los "perdedores" o frases triunfalistas –el triunfo de un candidato no refleja necesariamente el futuro venturoso de tu país bajo su mandato–, ni tampoco vayas a ponerte en un más alto concepto del que debes.
Lo que debemos hacer, es orar por nuestro nuevo gobernante (sí, dije "nuestro") y clamar al Señor para que se arrepienta y entregue su vida a Cristo, pero no en un acto de empatía con los "pobrecitos" cristianos, sino en un acto de quebrantamiento y humillación delante de Cristo. ¿O qué? ¿Pensabas que nada más hay que orar para que sean "buenos" gobernantes y cumplan sus promesas de campaña? No mi hermano, ¡despierta!, esta "lucha" que has sostenido para defender a capa y espada a tu candidato –por cierto, muchas veces vergonzosa y nada edificante, además de idolátrica– no es nada comparada con la lucha que sostendremos todos los cristianos en el futuro cercano (recuerda mis palabras), así que más vale que nos unamos en un mismo espíritu y cerremos filas en pro del evangelio de nuestro Señor Jesucristo; regresando a la Biblia como Palabra suficiente para todas las áreas de nuestra existencia; honrando a Dios con nuestra obediencia; orando por nuestros gobernantes, por nuestros compatriotas, por nuestras comunidades y por nuestras familias; y tomando en serio nuestra responsabilidad de llevar el mensaje de salvación a todos aquellos que están hoy lejos de Cristo.
"Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios" (Filipenses 1:26-28, énfasis mío).Basta ya de "pleitos callejeros" entre cristianos –o como diríamos en México: basta ya de "andar como perros y gatos"– por motivos electorales o políticos. Iglesia, vamos a hacer lo que hemos recibido como comisión...
Comentarios
Publicar un comentario